1. Screening. Puede facilitar el screening de casos que necesitarían asistencia psiquiátrica/psicoterapéutica y que no acudirían a los servicios de salud mental de otra manera.
2. Tratamiento de problemas no clínicos. Internet puede ser un medio apropiado para personas que no tienen un problema clínico y que se beneficiarían de apoyo psicoterapéutico.
3. Costo relativamente menor. El coste de las sesiones a través de Internet es relativamente menor que el de las sesiones "en persona". Además, se puede fraccionar el coste, previo acuerdo entre profesional y paciente.
4. Evitaría las desventajas que conllevan los consabidos y eventuales desplazamientos de terapeuta y paciente, pues reduciría las fronteras de espacio-tiempo, favoreciendo asimismo una mayor flexibilidad en las agendas de cada uno. (Algo tremendamente importante hoy en día).
5. Ventajas únicamente posibles gracias a la Comunicación Online, como:
- Comunicación asincrónica: así, el e-mail proporciona tanto al paciente como al terapeuta la oportunidad de elaborar en profundidad lo que va a comunicar, lo que puede incrementar una claridad en la comunicación y hacer intervenciones más incisivas, yendo al núcleo de los problemas.
- Transferencia: en Internet, la transferencia puede ser significativamente diferente de las relaciones cara a cara y puede implicar transferencia a la tecnología, además de transferencia interpersonal. Con el desarrollo de modelos teoréticos apropiados, este cambio en la transferencia podría explotarse en el tratamiento de pacientes a través de Internet.
6. Grupos de soporte: Internet puede facilitar la provisión de grupos de soporte para poblaciones infra-atendidas. Puede ser más indicado para personas con enfermedades o discapacidades que hacen más difícil o que imposibilitan el acceso a grupos "en persona". También puede ser la vía para formar grupos de apoyo para personas con patologías extremadamente poco frecuente, lo que "en persona" sería imposible.
7. Uso complementario a la terapia "en persona": Internet puede utilizarse también de manera coadyuvante al tratamiento "en persona":
- Evitaría los problemas de las intervenciones sólo-a-través-de-la-red. (Anonimato, temas diagnósticos, temas legales, y respuestas a intervenciones-en-crisis).
- Aumentaría la capacidad del terapeuta de incidir en el mundo del paciente (Profundidad, perspectiva, monitorización del trabajo terapéutico recomendado al paciente).
- Terminación: la sustitución paulatina de las sesiones clínicas "en persona" por sesiones a través de la red, aplacaría la "violencia" que puede suponer un fin de la relación terapéutica cara a cara. Esto haría más llevadero el duelo que conlleva romper el vínculo terapéutico con el profesional de la salud mental, y favorecería la vuelta del paciente sobre la confianza en sus propios recursos. (Psicologia Cientifica)
El secreto profesional es una obligación de confidencialidad, que se impone por la necesidad de que exista una absoluta confianza entre el profesional y quienes acuden a solicitar sus servicios.
Es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener en secreto la información que han recibido de sus pacientes. Al contrario que otro tipo de deberes de confidencialidad, el secreto profesional se mantiene incluso en un juicio. Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el médico o el psicólogo. (Wikipedia)